Ya no soy el mismo que fui
Ya no soy la misma persona, soy otro yo. Soy un nuevo yo que ha evolucionado.
Quizás te preguntas: ¿Por qué yo ya no hago lo que hacía?
No hago lo que hacía porque ahora me amo y me respeto y puedo decirte que no sin sentirme culpable por ello.
He aprendido a poner límites y ahora ya no acepto chantajes emocionales ni abusos, ahora te digo que no y no me importa que te enfades o que te alejes de mi vida.
Yo ya no hago lo que hacía porque he aprendido a amarme. Ya no amo a nadie más de lo que me amo a mí mismo.
Ya no idealizo a nadie
Ya no pongo a nadie en un altar, porque el altar lo ocupo yo, aunque en mi altar hay espacio para todas aquellas personas que me aman y me respetan, pero no hay espacio para nadie que quiera aprovecharse de mí.
Ya no hago lo que hacía porque he elegido hacer todo aquello que me sana, que me hace bien, que me permite respetarme y que me permite valorarme. Puedes seguir caminando a mi lado, pero ya no acepto según que cosas, eso debe quedarte claro.
¿Cuándo empezarás tú?
Más que preguntarme por qué yo ya no hago lo que hacía, deberías preguntarte por qué tú sí que sigues haciendo lo que hacías. Quizás ya ha llegado tu hora de sanar, quizás sea ya el momento de que, igual que yo, elijas dejar de hacer lo que hacías, especialmente si dejar de hacerlo te ayuda a evolucionar y a mejorar tu vida.
Yo ya no hago lo que hacía, ahora hago cosas mucho mejores, ahora no acepto que el amor sea en minúsculas, ahora AMO en mayúsculas, ahora me AMO en mayúsculas.
Yo ya no hago lo que hacía ¿Cuándo vas a empezar a hacer tú lo mismo?
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